El  hombre ha de tener fe en si mismo, ha de saber que  puede llevar a cabo lo que emprende, pues de lo contrario jamás se realizará como persona.  Cuando nuestra mente se llena de dudas, temores e incertidumbres, nos desviamos de nuestro recto camino y vamos al fracaso. Es necesario tener la firme convicción que somos capaces de llevar a cabo lo que emprendemos, pues de lo contrario jamás lo realizaremos.

Todo escritor intenta plasmar en los personajes de sus libros aquellas dudas y miedos que en algún momento de su vida le han atormentado y le han impedido seguir adelante, con la intención de ayudar a aquellos que se puedan encontrar en la misma situación,  por eso en mi libro AZAHARES DE GRANADA redacté un pasaje en donde uno de los protagonistas confiesa a GARCILASO DE LA VEGA ( al que la tradición sitúa en la conquista de Granada), su baja autoestima…

«-Con que vos me hagáis el honor de confiarme vuestra opinión y darme un consejo para escribir, yo un simple hijo de artesanos, con una vida vulgar os estaré agradecido siempre- Dice David a Garcilaso.

No hay ninguna vida vulgar, pues todas son únicas a los ojos de Dios- afirma con determinación, para luego preguntar con ojos escrutadores:- ¿acaso vos os consideráis por debajo de los demás hombres?- responde Garcilaso.

Bueno, algo de eso, sí hay.- reconoce con una cierta vergüenza.

Mal hecho. Nadie es menos importante que otro. Vos debéis amar a un ser sobre todos, defenderlo, comprometerlo ayudarlo y salvarlo.

¿Ese soy yo?

-Sí, y ese es mi consejo para escribir y para vivir. ¿sed vos mismo, caballero!! sed vos mismo! Afirmad el sentido creador de vuestra libertad, la conciencia de vuestra autonomía personal. Vuestro único creador y juzgador es Dios. »

 

Y con este mensaje sobre la autoestima que he sentido y vivido en propia persona me despido, pues sin la autoestima es imposible crear, vivir y se feliz.